RETO 5 "REFLEXIÓN"

 “¿Qué podemos hacer desde nuestra posición como empleados públicos para impulsar la igualdad?”

Me vais a permitir que no me centre en lo que podemos hacer en y desde la administración, porque como hemos visto a lo largo del curso en este tema la transversalidad es evidente, y es lo mismo lo que podemos hacer en el trabajo que en el resto de ámbitos de nuestras relaciones sociales.

Creo que a nivel social seria un paso de gigante si cada uno de nosotros, simplemente fuera capaz de; NO CALLARSE, HACER , DEJAR DE HACER.

No callarse cuando alguien de nuestro entorno hace un comentario, un chiste con tintes machistas.

 Muy ejemplarizante el anuncio de Avon en argentina, que aparece en este módulo, donde un amigo reprende a otro por su comportamiento cavernícola con una chica que pasa. Añadiría que muchas veces el que hace el comentario, lo hace mas por encajar en el rol que tiene estipulado de “machito”, que porque realmente le nazca.

No callarse cuando una amiga te dice; “Mi marido me ayuda mucho en casa” o un colega te dice; “Yo soy de los que me remango y friego los platos…” , o peor aún; “Si, mi mujer se queda por las noches en el hospital cuidando a mi padre”

No callarse cuando a tu pareja, amiga, hermana, se le ignora o no se tienen en cuenta sus opiniones.

No callarse cuando ves que personas allegadas a ti continúan educando a sus hijos en roles estereotipados de género.

No callarse y decir sin ambigüedades; me gustan las comedias románticas, la ropa rosa, Eurovisión,…pues a mí; reparar coches, las chaquetas de hombre y los concursos de eructos, yo que sé, cualquier cosa que te nazca y que reprimes porque “no toca”.

No callarse si se está ejerciendo violencia sobre alguien amparándose en; “es su marido”, “es su padre”, ”es su jefe”.

Hacer cualquier cosa que desees sin condicionarla a si te corresponde o no por tu género.

Si quieres recibir clases de danza del vientre , HAZLO.

Si tu abuelo, tu padre y tu hermano son guardiaciviles, pero tu quieres ser matrona, HAZLO.

Si te gusta partir troncos y tu novio Patxi te dice; “Pero Begoña…”, no le dejes ni acabar la frase, HAZLO

Fuera de coñas, hay que hacer y hacerlo de una forma visible, la visibilidad es lo que hace que cambien las actitudes en tu entorno.

Y de igual forma hay que dejar de hacer cosas, no porque deseas hacerlas, sino porque asumes que hay que hacerlas por ser “el hombre” o “la mujer”.

Hay que dejar de reprimir las emociones y mostrar tus inseguridades, tus miedos, tu dolor. No tienes porque ser siempre el resolutivo, el seguro de sí mismo, el valiente, el fuerte. Puedes no tener nada claro, estar acojonado, llorar, y eso no te hace menos “hombre”, menos “masculino”.

De igual modo deja de mostrarte insegura, pudorosa, temerosa, débil, sólo porque eso te hace más “femenina” a sus ojos y le hace estar más cómodo con sus inseguridades.

Que tu abuelo y tu padre cargaran con su moza al hombro atravesando unas brasas no implica que tú, en el siglo XXl, tengas que seguir haciendolo para sentirte un hombre.

Y no te dejes cargar como un saco de patatas por un temerario, si sabes de sobra que eso no demuestra, ni de lejos, que este más capacitado para ser tu pareja.

Deja de ir al futbol con los amigos si lo que te gusta es la danza o la opera.

Deja de ir de compras con las amigas , si lo odias y te parece perder un tiempo precioso para poder entrenar en el gimnasio.

Y sobre todo, si eres mujer, deja de asumir la parte de “producción doméstica” que no te corresponde, exige a tu entorno que la asuma y educa a tus hijos para que sea así.

 

Todos estos cambios a nivel personal son complicados porque te obligan a desmarcarte de “la manada”, pero hay que plantearse si el precio que pagas, y haces pagar a otros, compensa para no incomodar a tu entorno.

La “Manada” sólo cambia cuando los individuos que la componen son capaces de modificar a nivel personal sus actitudes influyendo con ello en los demás.

NO TE CALLES, HAZ Y DEJA DE HACER, y quizá un día cuando hablemos de género únicamente nos refiramos a lo puramente biológico y en lo demás sólo veamos personas.